
TÓMAME
Has dejado caer la copa de vino sobre mi radiante ofrenda. Has creído en Dioses que hurgando en ti nunca sentiste cerca. Te has percatado que hay infiernos, arenas, olvidos, aún así, dejaste sobre el altar manojos de suspiros, de mártir cobardía.
Has sembrado sobre mi estéril boca el dulce néctar que me embriaga. Inerte mi lengua precipita espasmos en tu desolada huella. Desnudo liberas cicatrices desde tus abismos.
seguir leyendo
1 comentario:
Muchas Gracias Liliana, un abrazo enorme Gus.
Publicar un comentario